Mis perritos son reyes…
Yo sé, pues me han dicho, que ellos quieren ser yo de vez en cuando, y yo quiero ser ellos...
Así, me despojo de mis ropas y envuelvo a Purri o a Taz o a Tango con ellas, y lo siento en mi silla de la PC, para que chatée un rato con mis amigos, y escriban barbaries que luego tendré que resolver. ¡A veces me han metido en cada lío!
Mientras tanto disloco mis rodillas para poder poner los pies, o patas ya, hacia adentro. Así no quedaría mi espalda en posición tan incómoda, sino paralela al suelo. Y salgo al garaje a cagar donde quiera y mear los cauchos de mis carros viejos.
De vez en cuando pasa un anciano o señora evangelizadora, y me miran con horror... Imagino que por cómo les ladro, sin collar ni anti-pulgas, y temen al tifus...
Luego me echo en el rincón bajo el calentador de agua, pues ahí es más calentito, y apoyo mi cabeza contra la pared, para que pueda ver sin rollo hacia la puerta... soñando que soy perro, y puedo chatear con mis amigos.
viernes, 30 de abril de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)