Ciber…
La palabra está de moda desde hace algunos años. ¿Pero qué significa? Es simplemente 'algo' relacionado con las computadoras y su tecnología, 'algo' cibernético. El prefijo, incluso, tiene su origen de otra palabra del antiguo griego: kubernetikos, algo así como un 'buen piloto'.
Pero desde los Cyborgs, humanoides robot de los 1970s, hasta los cibercafés, establecimientos de ocio para perder tiempo en los 1990s, hemos usado ese prefijo incluso para enajenarnos de algo tan natural e íntimo como el sexo: cibersexo. ¿Suena divertido? No, ¿verdad? ¡Hasta se habla de cibercachos a causa del cibersexo!
Ahora, incluso el periodismo como lo conocíamos ha adoptado este prefijo. Ciberperiodismo. Suena frío. Distante. Pero eso es de lo más alejado a la realidad. La información llega caliente, más rápida que el telégrafo, pues no existen maquinas telegráficas de bolsillo, y con más cobertura que la radio o la televisión, pues el acceso a la red mundial de la información es, pues, global.
Cuando aún no existían alimentaciones en vivo (o live feeds) de las noticias en las páginas virtuales de los periódicos, por allá por 1997, algunos profesionales periodistas y reporteros gráficos sentían que las noticias importantes iban a perderse hasta el día siguiente que pudieran ser publicadas, ganando aún más campo la televisión y la radio. Decidieron hacer algo al respecto. Algo que pudiera ser inmediato: usaron los Blog.
Querido Diario…
El Weblog, ahora conocido simplemente como blog, comenzó con los 1990s, pero el periodista de blog, el que escribe a diario en el ciberespacio con críticas y noticias del día, eventos o pensamientos, nomás, comienza en 1994 con un universitario norteamericano: Justin Hall, quien escribía comentarios sobre conferencias de juegos electrónicos o nuevos títulos en el mercado.
Entonces, tras este tipo de iniciativa, en 1998 se hizo uno de los primeros reportajes informativos completos del ciberespacio. Un grupo de reporteros del periódico norteamericano Charlotte Observer cubrieron los estragos que iba dejando el huracán Bonnie en "las Carolinas" de los Estados Unidos, y, para ganarles a los demás medios impresos, subieron los datos, fotos y texto, a un blog creado en la página principal en la World Wide Web de su publicación diaria. Actualizaban cada media hora, y mostraban fotografías que incluso no salieron publicadas en papel.
Los lectores quedaron fascinados con la iniciativa que pronto fue repetida por otros medios de comunicación no-inmediatos.
¡El tamaño sí importa!
Pero algo truncaba la fluidez de la información.
Así como el telégrafo, las computadoras necesitaban su propio hábitat para poder funcionar: una mesa grande, corriente eléctrica, muchos cables. El acceso al Internet, aunque común, seguía siendo limitado.
Pero nada detenía la revolución tecnológica de fin de siglo. Las computadoras portátiles cada vez eran más livianas, y, así como los teléfonos celulares, las baterías incrementaban en vida útil. Internet cogió vuelo y comenzó su vida aérea: el Wi-Fi.
Güifi, o algo que se le parezca
La tecnología Wi-Fi (pronunciada guaifai, por ser un término anglosajón) tiene su base, al igual que la televisión, en las ondas radiales que rebotan imperceptiblemente alrededor del mundo, aunque con un rango sumamente limitado por el emisor físico, o sea, la antena.
Todo comenzó a principios de la década de 1980, pero tanto los emisores como los receptores no eran económicamente accesibles al público general. Además eran sumamente lentos, algo así como 500 veces más lento de lo que hoy en día consideramos como una velocidad de transmisión 'normal'.
La capacidad inalámbrica de los artefactos de hoy en día, utiliza la tecnología conocida como 802.11, la cual se comenzó a utilizar a pequeña escala a fines de la década de 1990. Luego, a principios de este siglo, las grandes empresas comenzaron a utilizarlo para recortar costos de cables y mantenimiento.
A partir de ese momento, la Wi-Fi caló en el quehacer diario humano. Comenzó la producción en masa y se abarataron los costos. Hoy día los aparatos necesarios para poder accesar a esta nueva tecnología se incluyen en los paquetes tecnológicos.
Y se hizo la unión
A principios del nuevo siglo las tecnologías informáticas siguieron con esos cambios radicales.
Las computadoras portátiles podían accesar a la superautopista de la información desde la calle, sin necesidad de conexión física, los celulares, incluso, comenzaron a parecerse cada vez más a esas computadoras portátiles, con editores de texto, bases de datos, hojas de cálculo e incluso acceso a la red de redes.
Ahora hasta los hogares venezolanos clase media pueden tener acceso a esta tecnología. En los hoteles, centros comerciales, en los sitios de encuentro, por así decirlo, es menester tener conexión Wi-Fi, donde hasta con los teléfonos móviles se puede revisar quién te 'agregó' en Facebook.
Enviar cualquier tipo de información al departamento de redacción de un medio informativo es cada día más fácil. Y enviarlo a un Blog, u otra plataforma de información agregada es tan sencillo como teclear un número y llamar por teléfono.
Más rápido que una bala
Cada día es más inmediata la información. Y cada día estamos más ávidos por ella.
¿Qué queda por probar? La guerra de Irak ha sido la guerra más mediática vivida hasta ahora. Fue transmitida en vivo con cámaras adaptadas a la ciberautopista con comentarios transmitidos vía 'conferencia Net'. Cien por ciento instantáneo.
Hace 40 años, si le decíamos a cualquier fotógrafo de prensa que iba a poder enviar la foto que acabara de tomar instantáneamente, a color, sin revelar, aplicada directamente sobre la página, hubiese dicho que estábamos locos. Quizás bromearía con extraterrestres y armas rayos láser.
Seguramente dentro de 30 años la humanidad estará sorprendida con los avances tan increíbles que hayan sucedido hasta ese momento. O quizás lo tomen por sentado, como lo hacemos ahora nosotros. Como escribió Ortega y Gasset en "La rebelión de las masas", la humanidad cree que toda la tecnología, la civilización que le rodea, fue creada por generación espontánea; se le olvida la gran cantidad de gente, tiempo y esfuerzo que se ha llevado llegar al momento que actualmente vivimos.
La palabra está de moda desde hace algunos años. ¿Pero qué significa? Es simplemente 'algo' relacionado con las computadoras y su tecnología, 'algo' cibernético. El prefijo, incluso, tiene su origen de otra palabra del antiguo griego: kubernetikos, algo así como un 'buen piloto'.
Pero desde los Cyborgs, humanoides robot de los 1970s, hasta los cibercafés, establecimientos de ocio para perder tiempo en los 1990s, hemos usado ese prefijo incluso para enajenarnos de algo tan natural e íntimo como el sexo: cibersexo. ¿Suena divertido? No, ¿verdad? ¡Hasta se habla de cibercachos a causa del cibersexo!
Ahora, incluso el periodismo como lo conocíamos ha adoptado este prefijo. Ciberperiodismo. Suena frío. Distante. Pero eso es de lo más alejado a la realidad. La información llega caliente, más rápida que el telégrafo, pues no existen maquinas telegráficas de bolsillo, y con más cobertura que la radio o la televisión, pues el acceso a la red mundial de la información es, pues, global.
Cuando aún no existían alimentaciones en vivo (o live feeds) de las noticias en las páginas virtuales de los periódicos, por allá por 1997, algunos profesionales periodistas y reporteros gráficos sentían que las noticias importantes iban a perderse hasta el día siguiente que pudieran ser publicadas, ganando aún más campo la televisión y la radio. Decidieron hacer algo al respecto. Algo que pudiera ser inmediato: usaron los Blog.
Querido Diario…
El Weblog, ahora conocido simplemente como blog, comenzó con los 1990s, pero el periodista de blog, el que escribe a diario en el ciberespacio con críticas y noticias del día, eventos o pensamientos, nomás, comienza en 1994 con un universitario norteamericano: Justin Hall, quien escribía comentarios sobre conferencias de juegos electrónicos o nuevos títulos en el mercado.
Entonces, tras este tipo de iniciativa, en 1998 se hizo uno de los primeros reportajes informativos completos del ciberespacio. Un grupo de reporteros del periódico norteamericano Charlotte Observer cubrieron los estragos que iba dejando el huracán Bonnie en "las Carolinas" de los Estados Unidos, y, para ganarles a los demás medios impresos, subieron los datos, fotos y texto, a un blog creado en la página principal en la World Wide Web de su publicación diaria. Actualizaban cada media hora, y mostraban fotografías que incluso no salieron publicadas en papel.
Los lectores quedaron fascinados con la iniciativa que pronto fue repetida por otros medios de comunicación no-inmediatos.
¡El tamaño sí importa!
Pero algo truncaba la fluidez de la información.
Así como el telégrafo, las computadoras necesitaban su propio hábitat para poder funcionar: una mesa grande, corriente eléctrica, muchos cables. El acceso al Internet, aunque común, seguía siendo limitado.
Pero nada detenía la revolución tecnológica de fin de siglo. Las computadoras portátiles cada vez eran más livianas, y, así como los teléfonos celulares, las baterías incrementaban en vida útil. Internet cogió vuelo y comenzó su vida aérea: el Wi-Fi.
Güifi, o algo que se le parezca
La tecnología Wi-Fi (pronunciada guaifai, por ser un término anglosajón) tiene su base, al igual que la televisión, en las ondas radiales que rebotan imperceptiblemente alrededor del mundo, aunque con un rango sumamente limitado por el emisor físico, o sea, la antena.
Todo comenzó a principios de la década de 1980, pero tanto los emisores como los receptores no eran económicamente accesibles al público general. Además eran sumamente lentos, algo así como 500 veces más lento de lo que hoy en día consideramos como una velocidad de transmisión 'normal'.
La capacidad inalámbrica de los artefactos de hoy en día, utiliza la tecnología conocida como 802.11, la cual se comenzó a utilizar a pequeña escala a fines de la década de 1990. Luego, a principios de este siglo, las grandes empresas comenzaron a utilizarlo para recortar costos de cables y mantenimiento.
A partir de ese momento, la Wi-Fi caló en el quehacer diario humano. Comenzó la producción en masa y se abarataron los costos. Hoy día los aparatos necesarios para poder accesar a esta nueva tecnología se incluyen en los paquetes tecnológicos.
Y se hizo la unión
A principios del nuevo siglo las tecnologías informáticas siguieron con esos cambios radicales.
Las computadoras portátiles podían accesar a la superautopista de la información desde la calle, sin necesidad de conexión física, los celulares, incluso, comenzaron a parecerse cada vez más a esas computadoras portátiles, con editores de texto, bases de datos, hojas de cálculo e incluso acceso a la red de redes.
Ahora hasta los hogares venezolanos clase media pueden tener acceso a esta tecnología. En los hoteles, centros comerciales, en los sitios de encuentro, por así decirlo, es menester tener conexión Wi-Fi, donde hasta con los teléfonos móviles se puede revisar quién te 'agregó' en Facebook.
Enviar cualquier tipo de información al departamento de redacción de un medio informativo es cada día más fácil. Y enviarlo a un Blog, u otra plataforma de información agregada es tan sencillo como teclear un número y llamar por teléfono.
Más rápido que una bala
Cada día es más inmediata la información. Y cada día estamos más ávidos por ella.
¿Qué queda por probar? La guerra de Irak ha sido la guerra más mediática vivida hasta ahora. Fue transmitida en vivo con cámaras adaptadas a la ciberautopista con comentarios transmitidos vía 'conferencia Net'. Cien por ciento instantáneo.
Hace 40 años, si le decíamos a cualquier fotógrafo de prensa que iba a poder enviar la foto que acabara de tomar instantáneamente, a color, sin revelar, aplicada directamente sobre la página, hubiese dicho que estábamos locos. Quizás bromearía con extraterrestres y armas rayos láser.
Seguramente dentro de 30 años la humanidad estará sorprendida con los avances tan increíbles que hayan sucedido hasta ese momento. O quizás lo tomen por sentado, como lo hacemos ahora nosotros. Como escribió Ortega y Gasset en "La rebelión de las masas", la humanidad cree que toda la tecnología, la civilización que le rodea, fue creada por generación espontánea; se le olvida la gran cantidad de gente, tiempo y esfuerzo que se ha llevado llegar al momento que actualmente vivimos.
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