domingo, 17 de enero de 2010

Mea culpa

¿Qué recordamos de la lujuria?
Digo recordamos para aquellos que, luego de años de práctica, creemos poder controlar esa furia que durante la pubertad sentíamos imposible de calmar; ese calor que abrasaba el alma y comsumía los tuétanos.
Claro, aún sentimos ... ehm... ganas... Ese deseo controlable de satifacer sexualmente al cuerpo. Y luego podemos proseguir con nuestra vida diaria.
No tengo nada contra estos deseos carnales esporádicos, de hecho estoy muy a favor de satisfacerlos. ¿Pero dónde está ese escozor infinito? ¿Es acaso culpa de la época en que vivimos? ¿El estrés del racionamiento eléctrico apaga la pasión? ¿Se devalúa el apetito? Quizás resulta como parte de madurar... ¿Madurar es sinónimo de aburrir?
Enigma me viene a la cabeza al pensar en esa vieja lujuria. Corría 1990. Creo que tenía 12 años cuando me regalaron en un intercambio de navidad un cassette de color blanco de este proyecto de música electrónica del rumano Michael Cretu. MCMXC a.D. era el título de ese álbum debut. La primera canción que corría en cinta magnética dentro de mi reproductor Intertron se llamaba Sadeness. Comenzaban unos cantos gregorianos y luego entraba un bajo, un synth, un beat y una flauta (que ahora sé que es una shakuhachi) de último. Pero lo que en realidad producía la calentera corpórea era el susurro orgásmico de Sandra Ann Lauer, una cantante alemana esposa del creador de Enigma, Cretu.
Durante semanas mis siestas consistían en cerrar la cortina, cerrar la puerta y subirle el volumen a mi Intertron, y recostarme en la cama pensando a qué sabría el sudor de Sandra como se mostraba desnuda en el vídeo de la canción, suspirando entre los pasillos del infierno de Rodin.
No creo haber sido el único en sentir esto al oir la respiración entrecortada de Sandra en Sadeness; ésta fue símbolo internacional de pornografía y erotismo. Sabrá Cretu en cuántos largometrajes para adultos sonó esta melodía.
La ola orgásmica no paró con Enigma. La misma Madonna comenzó su cénit pseudo-porno Erotica luego que Cretu hiciera posible el porno-tune. Amistades Peligrosas en 1993 se atrevieron con Me haces tanto bien, y la pegaron... Valga la palabra en todo su sentido.
Creo que de ahí podemos hacer un interruptus y brincar de una vez, valga la palabra en todo su sentido, al reggaetón... ehm... Se me quitaron las ganas de seguir escribiendo.

¡Ah, la vieja lujuria! ¡Qué delicia para los sentidos todos!
¿Mi generación le debe a Cretu un saludo?
¡Yo lo saludo!

1 comentario:

Juan Pablo Requez dijo...

Adoré a Enigma, tanto que su disco posterior, The Cross of Changes, con su canción debut "Return to the innocence" que admito marcó más mi vida que Sadeness. Tal vez tuve una pubertad tardía. La música de este grupo era impresionante, todavía me agrada. Y también adoré a Amistades Peligrosas (casi nunca bailais, me quedaré solo, me haces tanto bien, y todos sus singles) y acepto que Madonna todavía era una artista creativa en esa época, pero el entramado con el reggaeton va más allá de mi entendimiento.